Es natural que exista el egoísmo en el sentido estricto, puesto que en los pronombres hay una primera persona conocida como YO.
Lo que no es tan aceptable es ese desfile de egoísmo, egocentrismo, narcisismo y hasta la negación del yo que no es otra cosa más que el refuerzo yoísta, que percibo en los cuatro fantásticos. A diferencia del cuarteto de mutados del famoso cómic, aquí no hay un hombre elástico, sino uno que usa gel; otro que quizás no se le pueda equiparar a la mole, sino otro que está empecinado a imponer una ley labrada en roca y falso representante de las izquierdas; no una antorcha humana pero un hombre que electoralmente podrían inflamarlo como al que dice "Llamas a mí" de no ser porque tiene una mano amiga; como tampoco hay una mujer invisible, aunque no duda que haya individuos que les gustraría que no existiera como candidata pues sus enemigos están en su casa.
Los cuatro candidatos, que a veces se pasan de cándidos con sus ocurrencias, no se anticipan al futuro, lo auguran, o peor aún: ilógicamente trasponen el mañana en el ahora. En sus pucheros publicitarios no dicen: candidato a Presidente, simplemente la palabra candidato ha quedado suprimida. Enrique Peña Nieto, Josefina Vázquez Mota, Andrés Manuel López Obrador y Gabriel Quadri, muy a su manera, se visualizan en un Dejà Vu forzado de manera mediática.
¿Por qué les llamo así a tan ínclitos candidatos que contienden por la presidencia de la República? Porque no proponen nada nuevo, y si proponen, hablan de presupuestos y subsidios.
Pero ya sabemos la mayoría de los ciudadanos sabemos que parte de las asistencias y apoyos públicos se sustentan con los dineros del pueblo. ¿De dónde va a salir el dinero para apoyar a los ancianos? ¿Cómo le harán para fomentar el ahorro de los alumnos? ¿Acaso van a formar otra fundación de tantas para asegurar la educación de los próximos universitarios?
Te podría decir que que estoy harto de tanta demagogia y divagación de las campañas políticas, pero antes era peor. Antiguamente, los partidos políticos tenían como plataforma de difusión de su propaganda los tiempos oficiales de los que dispone el Gobierno, si bien les iba.
Pero a falta de fundamentos, también son avalados por el IFE esos anuncios cobardes producidos mediocremente en el cuál aseguran que Peña Nieto no cumple. Creo que sería bueno mandarles una caja de servilletas para que se limpien la boca por cada vez que se muerden la lengua.
Y todavía nos falta el resto de este mes la primera quincena de junio para seguir siendo saturados de tanta basura informativa, que sólo enmaraña la capacidad de la memoria y el cerebro, ante tal alud de información, crea un mecanismo de defensa en la cual va descartando datos inútiles y deja lo que considera conveniente al conocimiento del individuo. Por eso, muchos electores pensarán en otra cosa mientras cruzan la boleta.