domingo, 27 de enero de 2013

LAS COSAS QUE ME GUSTAN

Como dijera una amiga mía: voy a dejar de pensar por un rato en esas cosas que me afligen y me voy a concentrar en las que me pintan una sonrisa en mis labios.

Unas de esas cosas son la nubes: esas torundas deshilachadas de algodón que no son más que una bella concentración de agua y vapor que circundan la biósfera, crean figuras modeladas por la mano del Creador. ese espectáculo hace que mis cuitas sean más pequeñas y soy feliz con ese regalo divino. Con mi cámara he logrado captar eso que mis ojos disfrutan. Además que otros amigos y personas ajenas a mi entorno hacen tomas que no hacen más que admirarlas. Mi corazón da brincos y carbura más sangre a mis venas.

La luna: nuestro satélite no tiene igual, que ni siquiera compite contra sus compañeros más famosos: los que conforman el anillo de Júpiter. Es fabulosa, cuando crece, mengúa, es un anillo oscuro, pero mi favorita es cuando viste su color ambarino. He querido tomarle fotos pero Selene se hace del rogar.

La música: desde que adquirí mi reproductor de MP3, puse mi música favorita en él. Aunque los géneros y los ritmos son diversos -o sea eclectisismo puro-, de  que cada músico y cada cantante exprimieron su alma en su talento para disfrute mío y de varios más.

Comer: Es verdad que cuando se puede puedo ir a un restorán a comer unos molletes o comer una de esas hamburguesas de nombre extranjero y rimbombante, pero también disfruto de ir al Centro Gastronómico a comerme una orden de cachetadas (¡de esas no!) con tu refresco de botella de vidrio, o los tacos de la esquina, claro que tomando las precauciones debidas. Comer es una bendición en sí, comer comida caliente con acción de gracias lo es más ¿Ahora imagínense compartir la mesa con tu familia o con tus amigos?

Podría mencionar más cosas, pero eso será en otra ocasión. Nos vemos en la próxima redacción.

lunes, 21 de enero de 2013

PARÁLISIS ESCRITURAL

Alguna vez estaba escuchando en un disco, un poema de Leonardo Favio llamada "Hoy No Quiero Cantar" y entre tarareos entrecortados por un llanto contenido empieza a hacernos partícipes de sus recuerdos y cuitas, no se los podría citar en su totalidad pero pueden escucharlo en alguna oportunidad, ya saben cómo.

Pues bien, parafraseando a esta recitación, yo no he podido escribir: me sucedió lo que he oído o leído, que hay temas que uno no debería tratar y cuando quiere, empieza a confeccionar vocablo por vocablo,  y en ese intervalo previo a la divulgación o difusión de su texto, suceden cosas, recopilas datos para no emitir opiniones al tun tun, lees a artculistas y opiniones de otras personas que no siempre son las más atinadas. Todo ese cúmulo de información debe ser pasado por un riguroso filtro. ¿El resultado? el conato de artículo que llega hasta ustedes.

Ese esfuerzo, a pesar de estar sentado frente a la computadora, acaba siendo desgantante. Ese cansancio hace que deje de lado cosas que nada más cito en pequeñas líneas separadas por comas; pudiendo hablar, por ejemplo, de la "novedosa" Campaña contra el Hambre, de esos anuncios que previenen sobre los aguinaldos, la hipotermia y la prevención de no encender durante la noche los pinos de navidad (la verdad, eso es positivo para mí).

Pequeño círculo de lectores, espero que me entiendan, no he podido hilar un  texto y apenas estoy recuperándome de tantos estiletes con tinta que he lanzado, no sólo Desde Este Lado, sino también en Twitter y Facebook donde me da mucho por filosofar y replicar comentarios.

Hasta la próxima.