Ayer fue el día en el que los cuatro fantásticos (léase, sin ofender, candidatos a la Presidencia de la República) se confrontaron a las ocho de la noche en el debate programado por el
Instituto Federal Electoral (IFE).
Y ya pasadas las horas y que corrieron chorros de tinta y unidades binarias formateadas a texto, les puedo decir varios aspectos:
1.-Muchos expresaron su indignación por la negativa de Ricardo Benjamín Salinas Pliego de darle prioridad a un partido de futbol que al debate. Pero justamente en la mañana de domingo me enteré que Televisa sí transmitió, pero en el Canal 5, lo cual demuestra que si Salinas no iba a dejar a su audiencia sin partido, mucho menos la televisora pionera en nuestro país iba a postergar "Pequeños Gigantes". como en la tele que tengo en mi casa ese canal se ve y se oye mal, monitoreaba el canal 49 de Multimedios, con la esperanza de que se enlazaran. Opté por dejar de ver mi programa favorito de los domingos para hallar empezado el evento televisivo de marras.
2.-La producción me recordó aquellas épocas cuando realizaba mis prácticas de televisión, donde en las cabinas de los talleres de la UAT en Tampico, se usaba equipo viejo donado por Televisa del Golfo. Me cuentan por ahí que en el foro del debate sólo disponían de cuatro cámaras. por eso sólo se notaba que había travelling para enfocar a cada candidato. La realidad es que pudiéndose lucir a expensas del presupuesto, ese ejercicio icónico es un auténtico retroceso cuando iniciaba la televisión. Hubo tres fallas de origen: a las 8:17, 8:29 y 8:49.
3.-Lo que mucho se comentó fue la aparición al inicio de una edecán con un vestido muy sugerente -me enteré apenas hoy-, entonces: apareció antes de que le cambiara de canal. La moderadora, Guadalupe Juárez, tenía una sonrisita muy forzada ¿Acaso estaba nerviosa?, ¿No le dijeron que no se estaban presenciado un sorteo del melate?.
4.-a excepción de Gabriel Quadri, que se comportó a la altura de las circunstancias, supo aprovechar la oportunidad de oro de hacerse escuchar a pesar del ninguneo de sus tres oponentes, que desperdiciaron sus minutos de intevención para repetir ad nauseam lo que nos han embutido en sus anuncios. Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel Lopez Obrador perdieron tiempo atacando a Enrique Peña Nieto, quien con firmeza resistió los embates de los representantes de la diestra y la sinietra. Ese "ninguneo" lo aprovechó el presunto ahijado de la lideresa de los maestros para mostrarse como una opción diferente, adjetivo que Vázquez Mota repetía como diciendo "Dios Mío, Hazme Presidenta Por Favor".
5.-El caso Paulette no fue respondido, pero esa mención a mi juicio estaba fuera de lugar, lo que sí, las ausencias como coordinadora de la bancada panista y como no fue correctamente respondido el caso de Bejarano y Ponce como ludópatas. Como comunicólogo, tomo los silencios como respuesta.
En realidad no fue tan aburrido, con todo y esos dislates que acabo de mencionar, pero tampoco un debate tiene la obligación de ser divertido. Lo importante es que ya sabemos a qué atenernos. Habrá otro debate el 10 de junio. Espero que no se cometan los mismos errores del domingo 6.
Hace falta mucha cultura y conciencia de lo que es un debate, tanto el IFE, como los medios, los candidatos y el auditorio. Por favor postulados: a la próxima, olviden sus egos y sus pleitos por un rato y propongan planteamientos reales y no mundos de fantasías.
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