Hace quince años que comencé a utilizar la computadora pero bajo el sistema operativo Windows, y es que cuando cursaba mis estudios en la universidad nos dieron un minicurso para poder navegar en el novedoso internet y a través de él obtener imágenes para nuestras presentaciones de diapositivas en el programa de Power Point.
Y ante el monitor de mi computadora portátil, me he puesto a meditar qué ha cambiado de 1997 hasta estos momentos:
-El alquiler de las máquinas llegaba a costar de 25 a 30 pesos la hora, hoy va desde los 7 hasta los doce.
-Eran poquísimos los centros de cómputo o cibercafés, ahora abren y cierran según se de el caso.
-Sólo los universitarios tenían derecho al internet gratuito y les era otorgado un correo si le solicitaba. De hecho el sector estudiantil fue el primer beneficiado.
-Era una verdadera proeza trasmitir audio en tiempo real: Segmentado y entrecortado, no como ahora que ya hay cuanto radionet en varios puntos del orbe.
-Una sitio web tardaba 5 minutos mínimo en cargar. Ahora, la velocidad de datos es pasmosa.
-En ese tiempo sólo podías acceder a texto e imágenes, ¿ver video con calidad? olvídalo. YouTube hoy es el rey pero Launch fue el primero en aventurarse a trasmitir video.
-Antes el protocolo era HTTP (Protocolo de Tranferencia de Hipertexto) pero por los riesgos implícitos, ahora se le agregó la letra S (seguro).
-Antes sólo existían los chats y los foros para platicar. hoy contamos con lo que considero, un medio revolucionario como lo fue en sus tiempos el telegrama. Me refiero a las redes sociales.
Es impactante ver cómo el internet y la multimedia se han ganado a pulso su lugar como un nuevo medio de comunicación que no sólo logra hermanar a los tradicionales, sino que han tenido que postrarse a sus pies.