domingo, 6 de diciembre de 2015

MONEDA ACUÑADA EN PLOMO 7

Las cosas han empeorado. No sólo estamos viviendo la inseguridad, sino también esa indolencia disfrazado de compasión que sólo sirve para lucirse en las redes sociales y no honra a las víctimas ni consuela a sus deudas.

Tras el atentado en París, comenzaron preguntas como ésta: "para tragedias, las nuestras", "por qué mejor no elevas una plegaria por las víctimas de Siria?" "¿Se te olvidan que faltan 43?". No sé qué les ocurre; la muerte no hace acepción de personas, pero tal parece que esas personas si hacen selección de muertos, casi de manera xenófoba.

El régimen anterior logró su cometido si de eso se trataba al declararle la guerra al narcotráfico: que todos estemos a la defensiva, al punto de volvernos egoístas, al punto de mandar por el caño de la bondad mayoritaria de la cual muchos medios pregonan y presumen. 

Se acabó el chascarrillo. Ya desahogamos nuestras frustraciones por las presuntas amenazas por parte del Estado Islámico. Es lo que nos salva de una psicosis ¿Por qué se imaginan que no ha habido en nuestro país un sociópata con escopeta en mano que le dispare a una decena de personas como en Estados Unidos?

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