Me siento en mi silla plegable. Enciendo la computadora, que apenas y se configura. Después de mirar la página, trato de escribir mientras escucho un programa en línea. trato a la misma vez de revisar todo el caudal de información que viene de todo lo que leo. Desde las revistas hasta lo que leo en las redes sociales. Veo que tanto verbo escrito resulta avasallador. Entre textos brillantes y estupideces ofensivas me quedo con lo segundo. Estuve tomando fotografías pero por las dificultadas que tengo con mi computadora no las he subido ni compartido; además de que me la he pasado viendo mis programas favoritos de televisión.
He vuelto a caer en la cuasi adicción a comprar mi revista predilecta. Le estoy pensando para adquirir los números que me faltan. Si la compro mi emoción ya no es la misma. No estoy diciendo que no me guste. Pero ya es diferente, no cuando la compraba hace más de diez años y contaba con 24 estíos
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Ha de ser la edad. Estoy acercándome lentamente a los 40, y cada vez más repito esta frase: entre más viejo, más descreído. Algunos conocidos míos dicen que soy muy radical y cuadrado en mis posturas y que para mí no hay medias tintas aunque haya un color gris. Pero una de las cosas por las que he peleado en esta tribuna virtual es en ser congruente con tus ideas.
Tengo algunos escritos a manera de puesta en escena que he querido compartir con un antiguo amigo amador del teatro y abogado, pero hace falta que coincidamos en uno de esos eventos de lectura dramatizada para mostrarle la osada proeza escritural.
No he querido escribir de lo que me atañe como ciudadano. Claro que me preocupa la información mediocre y a medias respecto a las reformas, sobre todo con esa propaganda que va dirigida a las masas, las cuales muchas de ellas no saben lo que es una colegiatura y a otras no les importa saberlo porque no forma parte de su estilo de vida. Las masas con acríticas per sé. Goebbels lo sabía perfectamente.
Tampoco he querido escribir sobre cosas que me han ocurrido este año. Pero si ven que estoy escribiendo sobre varios tòpicos como videobloguero, es porque estoy tratando de desahogarme, purgar toda la información contenida en mi cerebro y de poner en claro mis ideas. Por eso me pongo a revisar los textos que he escrito desde que inmigré a Blogger el 31 de 2008. La etapa Myspace se esfumó con los cambios.
Y como remata Román Revueltas Retes: "Pues Eso".