Como ya estoy cansado de hablar de política y que si los reporteros se van a morir de hambre si no hablan de precandidatos, me abandono al oasis de la fecha conmemorativa donde se conmemora al mal llamado "sexo débil".
Se dice que la palabra Fémina etimológicamente significa "de fé menor", pero todos sabemos que eso no es verdad.
Habrá quien dude si vale la pena que esxista esta fecha y a mi criterio yo sí estoy de acuerdo. Se lo merecen por derecho. Ellas han sido, víctimas o cómplices, del machismo, pero también han habido mujeres que no son nada sumisas y han sabido pulimentar esas piedras que tienen por hijos varones.
Mucho antes de las redes sociales, las secretarias se amotinaron en EEUU, contra la bisoña máquina de dictado como se le llamaba al fonógrafo, al sentirse desplazadas por una máquina.
Ha sido muy poco el tiempo en que ellas obtuvieron el derecho al voto, y poco a poco han obtenido puestos importantes en la función pública.
Cuando trabajé de vendedor en una óptica, me pude percatar de qué hace especial a una mujer: Ella persuade y sabe convencer al comprador y se fija en detalles que le ayudan a cerrar la venta.
No juzgo a quien caza ofertas en las tiendas, sé de quien lo aprendió.
Sólo me queda decir algo más antes de que se acabe este día internacional de la mujer:
¡Felicidades!
