CERRADO POR INVENTARIO.

Es una costumbre que tengo arraigada desde la infancia.

Cuando tengo un problema o conflicto, prescindo de distraerme y, como todo hombre, busco el aislamiento por instinto para poder resolver mis problemas. Extraño varias cosas del tiempo libre y del ocupado, pero necesito espacio.

Necesito hacer un recuento de cosas que me falta por hacer, de cosas que me faltan por resolver antes de los resultados de la entrevista que serán el próximo viernes por la mañana. Es más, no tengo saldo en el celular; hago de cuenta que no lo tengo.

Hasta la Vista (?)

A POSTERIORI 14

No es que tenga algo en contra de festejar el día del amor y de la amistad. Cada quien su bronca, pero decidí dejar pasar ese día lleno de corazones y animalitos de peluche, donde sólo cuentan los amigos, las parejas y jamás serán tomados en cuenta las Penélopes sin tela ni Ulises y los Quijotes sin Dulcineas.

De todas formas, les deseo a mis amigos todo lo mejor no sólo este mes, sino todos los demás. que al final de cuentas el amor ronda en el aire.

REPUBLICADO CUATRO *

MI PRIMER ENCUENTRO CON EL INTERNET

Hace exactamente doce años que tuve mi encuentro con este recurso que con el paso del tiempo se ha convertido en un medio tan importante, que hasta los mismos canales convencionales como la radio, la prensa y la televisión se le han tenido que cuadrar.

Sí, les estoy hablando de la multimedia y el internet. El cual supe de él cuando estudiaba la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, en el municipio de Tampico.

Era un enero de 1997 cuando por parte de una materia llamada "Comunicación audiovisual", el Lic. Víctor Guerra, catedrático de esa especialidad, nos decía que el futuro de las transparencias o diapositivas era el multimedia, o sea lo que hacemos ahora: Presentaciones de Power Point para ser vistas a través de un proyector conectado directamente de la computadora.

De ahí el paso siguiente fue tomar un pequeño curso introductorio a la computación y el internet, el cual asistía a las 3 de la tarde antes de ir al taller de Televisión, donde hacía mi servicio social.

La mayor parte de ese periodo, por decirlo de una manera, yo casi habitaba los predios del Alma Máter.

Por la falta de tiempo o porque las máquinas estaban ocupadas, me ví algunas veces en la necesidad lujosa de alquilar una computadora en uno de esos flamantes "cibercafés", donde la renta por hora costaba treinta pesos, un sitio de internet tardaba aproximadamente 15 minutos en descargar la página completa, la mayor parte de los contenidos eran textos y fotos comprimidas, todavía no podíamos ver videos, las transmisiones de radio por vía web eran un tierno experimento audaz.

A mí me quedaba ese refrán de "En casa del herrero, azadón de palo", porque era un retractor de los chats; ¡de veras! yo pensaba en esos momentos: ¿Cómo se les ocurre que voy a estar envíandoles mensajes a extraños? De ninguna manera.

Claro. ya cuando me familiaricé con el correo y con los chats empecé con la gente que conocía de la escuela y después sin saber cómo, comencé a tratar con personas de otros países, a quienes quizás nunca conozca en persona. Sólo Dios sabe.

Ahora tengo comunicación, además de mis amigos más cercanos, con tres chicas chilenas, una portuguesa, un brother del DF, otros que conocí a través de una revista. Como en esos carteos que se daban en publicaciones continentales, donde mandabas tu correo y tu petición de correspondencia y te llegaban cartas de varios países con puño y letra de su remitente y la estampilla de país en cuestión.

...Y los que a través de este sitio se quieran anotar, son bienvenidos.

*Publicado en mi primer blog el 26 de Enero del 2008, para ir al paso con le èpoco se hicieron algunas correciones.

EL NUEVO LOGO PARA EL EMBLEMA DE MARLUCAN

Aquí se los presento:

Ya me hacía falta hacer este tipo de ejercicios mentales.

UNA BUENA PASTA PARA TUS OJOS.

Me dieron unas ganas de escribir sobre los anteojos, en especial, esos que coloquialmente les llamamos de "pasta".

Estas armazones, no son de mero plástico, están hechos de una resina llamada xilonita o acetato de celulosa, que adquiere esa consistencia con semillas de algodón. no de amolda, es manejable con el calor y se endurece con el frío, son suaves con la piel y no producen alergia.
Quizás por eso son mis favoritos, porque los metálicos me marcan las sienes. Además ahora están de moda y hay muchos diseños y colores para todos los gustos: desde lo tradicional hasta lo moderno.

En esta foto de webcam llevo puestos unos anteojos Gucci, pero mis favoritos son unos negro con trasparente marca University.

Desde inicios de la década anterior, los anteojos de pasta cobraron más auge con la onda retro y la aparición de tres Figuras Públicas del Rock: Graham Coxon, guitarrista de Blur, River Cuomo , Líder de Weezer y Jarvis Cocker, fundador de Pulp -por Dios, su optometrista es un criminal, qué lentes-. Por el lado de las mujeres: Lisa Loeb, y en últimos momentos, Becki Stephens, la otrora integrante de The Pipettes -las fotos van esn ese orden.

El año pasado cumplí dieciseis de que me recetaron mis prótesis visuales. y pues la verdad estoy contento de usarlos antes de que la vida se volviera más complicada.

Consejos rápidos: las lentes se limpian en vertical y horizontal, nunca en círculos. No uses solventes para limpiar el armazón, el acetato es muy sensible. Guárdalos en su estuche cuando no los uses. no los guardes en la guantera del coche, acabarán hechos chicle.

Con mis anteojos tengo casi tres años y trato de cuidarlos mucho. por eso siguen en buenas condiciones.

HABLA UN VENDEDOR

Podría decir que hace casi tres años ingresé al fabuloso universo de las ventas, aparentemente yo era un neófito en esos menesteres, pero con el paso del tiempo me di cuenta de que vengo de una familia que vende algo, no sólo por la necesidad de hacerlo, sino porque lo llevamos en la sangre, se encuentra en nuestros genes.

Por eso, y por la preparación constante que recibí en mi último trabajo formal, me tomo la libertad de dar unos consejos básicos para aquel que no sepa mucho del arte más antiguo del mundo: el comercio, a saber:

1.-Vender significa desplazar el stock del almacén, es decir, vender efectivamente toda la mercancía, la tienda en donde labores siempre te proveerá de promociones y sabrá de tus faltantes para surtírtelo cuanto antes, por eso, tu trabajo es ofrecer lo que tengas y lo que no, conseguirlo.

2.-Los clientes siempre tienen la razón, cuando no saben lo que quieren y es un producto más específico, el experto eres tú, y por eso tienes que orientarlos, para que nada les cause confusión.
3.-El cliente lo es hasta que demuestre lo contrario y les voy a confiar algo: Si el prospecto desconfía sin razón de ti, desconfía el doble de él. No permitas que te ofendan, aún así, sigue atendiéndolo.

4.-La empresa te paga por trabajar ocho horas. hay quien se las gasta para tomar ese horario y realizar encomiendas personales. Refrán al calce: "El que tenga tienda, que la atienda y si no..." (Saludos a mi último jefe).

5.-Otro refrán: Al ojo del amo engorda el caballo. Existen las labores de piso, a mí no me gustan: pero esas guradias me dieron de comer.

6.-En mi caso que fui vendedor de una óptica, se trata de hacer conciencia en el paciente, no de asustarlo. Para mí, en eso consiste la ética. Háblale con la verdad (más saluditos).

5.-Otro consejo: evita como puedas fincar clientela aln ciertos parientes o conocidos, se querrán atribuir privilegios que no les pertenecen. Se va oir crudo lo que voy a decir, pero muchos creen que la tienda es tuya.

6.-La mercancía en prueba es lo más fabuloso, porque haces al prospecto partícipe, no sólo de la vista nace el amor.

7.-Adios a las expectativas: Conjuga en imperativo, resalta gentilmente el pronombre personal: Disfrute su producto, compra, función...

8.-Sólo conociendo lo que vendes, serás más eficiente.

9.-Lo más importante, escucha a tu cliente, si es muy platicador, deja que se exprese.

Claro, hay más cosas que uno puede aprender, pero esto, creo que es lo más básico para transformar los Nos en Síes.

RECUERDOS DE MI ESTADÍA EN LA UNIVERSIDAD.

Ayer, después del mediodía, salí a la calle y decidí en lo que marcaba algunas cuadras con mis pies, tomar un autobús que me deja un tanto lejos -como unas seis cuadras largas- de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Campus Tampico-Madero, para lo cual decidí caminarlas.

Al ingresar al Alma Máter, muchos recuerdos empezaron a desfilar en la pasarela de mi mente: El examen de admisión que presenté el 15 de enero de 1994. Las palabras del entonces director de la facultad, Dr. Enrique Malagón Infante (+) que aunque no fueron muy gratas nos impusieron, creo yo, un reto. La posterior inscripción; mi ingreso el 24 de enero. Dos festejos de cumpleaños. El multicitado "error de diciembre" que me llevó a presenciar la inmigración de Alumnos de Instituciones Privadas; la vez que me tuve que partir en dos para conseguir dinero con un subsidio para solventar los gastos implícitos, con los riesgos consabidos de desatender las clases...

Recuerdos contenidos en cuatro años y medio de cursos.

Una de esas anécdotas ocurrió cuando cursaba el quinto semestre de la carrera de Ciencias de la Comunicación, cuando en un acto de intrepidéz, me acerqué a mi catedrático de la materia de Radio: El Licenciado Sergio Luis Ayala Díaz (+) a fin de exponerle mi inquietud de colaborar en el taller de radio y le solicité su autorización. La anuencia me fue concedida, así quedé bajo las órdenes de David Antonio Ruiz Díaz en un horario de cuatro de la tarde a siete de la noche. Allí aprendí mucho acerca de la producción, operar los instrumentos de audio, y practicar locucion en vivo, decubrí que tenía mano para musicalizar un guión.

Hace casi un año que el Lic. Ayala ya no está aquí, y a inicios de diciembre, develaron una placa con su nombre en ese taller que en cierta forma fue mi segundo hogar.

Sólo estuve seis meses colaborando, porque el Lic. Jorge Nieto, coordinador de la carrera me solicitó que hiciera mi trámite de servicio social en el Taller de Televisión.

Prácticamente me la pasaba muy ocupado y dormía muy poco. Mirando todo eso desde lo alto de una colina, me pregunto mil veces: ¿Cómo le hacía para prolongar mis días y darme tiempo para casi todo?