sábado, 14 de noviembre de 2015

DEBERLA SIN TEMERLA

Si bien es cierto que la violencia que se ha gestado en nuestro país se han recrudecido más, tambien es cierto que no estamos exentos de la violencia por convicciones doctrinales.Esta vez le tocó a Francia, más de un centenar de civiles fueron masacrados en diversos puntos de la París en manos de terroristas, presuntamente integrantes del Estado Islámico.

Lo que más me preocupa es una especie de confrontación entre creyentes y ateos, que ven en el atentado una justificación para reposicionar unos, su fe y otros, su creencia de que Dios no existe. Esa clase de discusiones, lamento decirlo, es el origen de los juicios y las guerras religiosas.

He asentado en este sitio que el artículo 24 de Nuestra Constitución protege, tanto a ateos como fieles a un credo; pero si llegase a suceder algo así en nuestro país, no tengo la seguridad de hasta dónde llega esa cobertura. 

Parafraseando a León Gieco: Ese monstruo grande que pisa fuerte se acerca más y más. Que Dios nos ampare.

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