A doce años que se trasmitió el primer reality show, se le dio, falsamente, a los televidentes la ingenua idea de que uno puede alcanzar sus minutos de fama para acabar abusando del status que confiere salir en la televisión. Ejemplo típico el del cuestionable Big Brother. Con el tiempo fueron mutando a híbridos que se asemejan más a un documental, algunos interesantes y otros insulsos.
Otros se basan en la búsqueda de talentos y en el que más me concentré es en "La Voz... México" en su cuarta temporada, la cual ya no disfruté tanto por varias razones. Las siguientes son:
1.-Dos participantes anteriores volvieron a ser tomados en cuenta para contender en el reality shiw, para que hayan aceptado a Polo Rojas significa que no hubo el mismo poder de convocatoria que antes y eso despierta suspicacias.
2.-El problema de Natalia Sosa no fue que la eligieran a sabiendas que es una actriz de teatro musical, sino que para que luciera su voz, le puisieron a cantar canciones de Valeria Lynch, se equivocó de programa, no era de imitadores.
3.-Ganó quien tenía que ganar, pero si somos honestos ya se perfilaba como virtual ganador y me da pena decirles que a los ejecutivos no les conviene darles el cetro del destino del programa a su audiencia, muy diferente a hacerles creer tal cosa.
Pues bueno. No lo disfruté del todo aunque hubo canciones que me gustó escuchar. se me podrán olvidar todos los participantes y apenas se me van a quedar de memoria quienes fueron los coaches, asesores, conductoras principal, de backstage y web. No es una obligación conocerlo.
