Me tardé mucho para escribir otro artículo en mi blog, pero ya estoy de vuelta.
Según yo me iba a dormir durante la transmisión de la copa de oro: el partido de México contra Costa Rica, pero no sé cómo, me involucré en el juego e instintivamente -aunque no soy aficionado- deseaba que la selección nacional desempeñara un buen papel en la cancha.
Y ya me di cuenta que esa racha de anotaciones, máximo 5 goles, no era flor de un día. Además fueron cuatro disparos (y cuando digo esa palabra lo expreso tanto en sentido figurado cono literal). En el primer tiempo anotaron: 1, Rafael Marquez; otro Andres Guardado y 2, Pablo Barrera.
Marco Ureña nos coló otro en el segundo tiempo, pero uno es sólo uno.
Alguna vez escribí en Facebook: cuando a los seleccionados nacionales se les metiera en la cabeza que meter goles más que un derecho era una prerrogativa, quizá lleguen hasta ser campeones en una competencia.
Pues parece que ese sueño se cumplió.
Espero que a partir de este momento la selección nacional juegue futbol, que pateen la pelota nomás.
...y que sigan metiendo muchos goles ¿o es mucho pedir?
Concluyendo el partido sigue Pequeños Gigantes, que digan lo que digan es de mis favoritos, los Galindo ya no quisieron arriesgar y perder y esta vez nos dieron un show muy bien estructurado: Niños cantantes, bailarines y los más pequeños de carisma; aparte de contar con comediantes infantiles de planta y una orquesta conformada por niños y adolescentes en su mayoría y dirigida por Pepe Zavala.
Lo malo es que está por terminar.
Según yo me iba a dormir durante la transmisión de la copa de oro: el partido de México contra Costa Rica, pero no sé cómo, me involucré en el juego e instintivamente -aunque no soy aficionado- deseaba que la selección nacional desempeñara un buen papel en la cancha.
Y ya me di cuenta que esa racha de anotaciones, máximo 5 goles, no era flor de un día. Además fueron cuatro disparos (y cuando digo esa palabra lo expreso tanto en sentido figurado cono literal). En el primer tiempo anotaron: 1, Rafael Marquez; otro Andres Guardado y 2, Pablo Barrera.
Marco Ureña nos coló otro en el segundo tiempo, pero uno es sólo uno.
Alguna vez escribí en Facebook: cuando a los seleccionados nacionales se les metiera en la cabeza que meter goles más que un derecho era una prerrogativa, quizá lleguen hasta ser campeones en una competencia.
Pues parece que ese sueño se cumplió.
Espero que a partir de este momento la selección nacional juegue futbol, que pateen la pelota nomás.
...y que sigan metiendo muchos goles ¿o es mucho pedir?
Concluyendo el partido sigue Pequeños Gigantes, que digan lo que digan es de mis favoritos, los Galindo ya no quisieron arriesgar y perder y esta vez nos dieron un show muy bien estructurado: Niños cantantes, bailarines y los más pequeños de carisma; aparte de contar con comediantes infantiles de planta y una orquesta conformada por niños y adolescentes en su mayoría y dirigida por Pepe Zavala.
Lo malo es que está por terminar.