sábado, 28 de febrero de 2015

MIS ANTEOJOS NUEVOS

Después de no hacerlo durante un tiempo prolongado en esta humilde tribuna, les quiero compartir una de mis experiencias. 

Ya desde hace más de un año me fui percatando que batallaba en leer de cerca, de lejos y por la noche, era peor. Ya no quise dejarme llevar por la desidia y en uno de mis paseos decidir ir al área de óptica de una popular tienda de autoservicio. Entonces, como es normal en nosotros los varones, antes de comprar nada solicité toda la información para adquirir mis anteojos nuevos.

Prometí volver después, lo cual cumplí. Pedí a la optometrista que me realizara el examen de la vista y tomó mis anteojos de emergencia con el cual tuve la misma graduación durante los últimos 8 años. Al obtener la información del lensómetro, me hizo leer con mis gafas y sin ellas. Ahí me percaté que ya no cubrían mis necesidades visuales. 

Aquí quiero hacer un paréntesis: es verdad que conozco ciertos rudimentos de optometría y me hicieron más consciente de mi problema visual (hasta ese momento era astigmatismo) pero toda esa información y todo ese conocimiento, aunque dé poder, no aminora el dolor y la tristeza de que día con día batalles con tu vista. 

Así que a partir de mi anterior graduación la puso en el foróptero y me miopizó, es decir: borró mi visión para hacer cambio de lentillas. Con precisión también me hizo el procedimiento tan temido por mí: Cilindro Cruzado de Jackson, por lo cual logré intuír que mi distorsión corneal también cambió.
Después me colocó las gafas de prueba. Ahí supe que era mi graduació por tres razones: Podía caminar, no sentía vértigo y no me dolían los ojos. Fue cuando me explicó que ahora tengo astigmatismo hipermetrópico. Así me queda más claro, ya no me acuerdo de lo que leí en el juego de lentillas.

A la semana del examen visual recogí mis nuevos anteojos y como es normal, hay cierto reacomodo paulatino, pero pasados los seis días ya veo muy bien y disfruto de los beneficios del tratamiento antirreflejante, que quita todos esos destellos de luz que me impiden ver bien en la noche y optimizan mi visión en días soleados. Me costaron casi lo mismo que una tablet genérica, la cual compraré en un futuro, ¿para qué la querría si no podía leer bien?

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