Podría decir que estoy sorprendido, pero no es verdad.
Desde el mes pasado me percaté que la cámara de mi smartphone tomaba fotos pañosas, como si hubiese neblina. Así estuve, aparentemente sin darle importancia, pero la opinión ajena pone en evidencia la situación. Entonces empecé a pensar cómo solucionar provisionalmente antes de conseguir algo o alguien para que le de pulimento al acrílico que cubre la lente.
Hoy, mientras estaba en mi trabajo le tomé una foto a un almanaque de escritorio como prueba de la escasa calidad de la misma. Entonces se me ocurrió una idea: tomé un trozo de cinta para cajas transparente, la pegué en el objetivo y empezó a enfocar con claridad.
Existe una explicación: los plásticos se complementan, al cubrir una superficie rayada, la lente lo toma como filtro que permite refractar la luz de modo ideal. Por eso no estoy tan sorpendido, pero estoy feliz contento.
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