De veras que estoy molesto.
Cierto que puedo entender que tenemos derecho a expresarnos libremente y a opinar, pero también toda libertad tiene sus límites; si no, sería libertinaje.
Tambien debo tener en claro que en esta "super carretera de la información" y en la "aldea global" de la que hablaba Marshall McLuhan, se dan diversas opiniones sobre determinados temas. Unos relacionados y otros que, ni vienen al caso.
Y todo porque para algunas personas que tienen el criterio del tamaño de un balín, ven en la barra de "summit" o "comentar" como una patente de corso para lanzar pequeñas diatribas, usar lenguaje procaz o lanzar ataques de odio para algunos sectores o individuos (recuerdo cuando en León, Gto. alguien concitó vía red social a agredir a los emos).
Cuando llevé la materia de Opinión Pública en la universidad, uno de los requisitos de esa modalidad de expresión verbal es que el tópico debe ser de conocimiento de la mayoría, así que un comentario muy personal no entra estrictamente en eso.
Una de las funciones de la opinión pública es regir la conducta de un individuo, sector o institución. Y en lo personal creo que no es la mejor manera de emitir un concepto con poca o nula información y con el simple hecho de insultar.
Es bueno contar en este siglo con instrumentos de retroalimentación casi inmediata como la que se sucede en las redes sociales, pero debemos ser más responsables a la hora de opinar. Antes de decir nada: infórmarse, saber escuchar, usen el vocabulario adecuado.
¿Es mucho pedir?
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