Por un lado el clima imperante en el primer mes de año es el que disfruto mucho. Por ejemplo, no es tan nocivo enfriarse un poco la nariz con el riesgo de contraer un catarro.
Por otro lado, las sopas y caldos son más apetecibles. Desfilan en las mesas las tazas de cafés, tés y chocolates con piezas de pan o galletas.
Cuando los quehaceres cesan, los seres humanos adquieren injerto de úrsidos y se aprestan a hibernar para ver la tele o dormir. Aunque hay quien venza la pereza para conversar con parientes y amigos de pantalla a pantalla.
Para paliar el dolor en mi pie derecho, hago uso de un rodillo con muescos que giro con ambos pies para aminorar las molestias. Tengo que acudir con mi doctora para que me dope; perdón, para que me dé más medicamentos.
Quizá me recluya el domingo en mi casa, me pongo a escuchar música o ver películas. no sé.
Ya tenía rato que no hablaba de cosas tan triviales como lo es el descanso.
El tarro de café con leche con pan estuvo delicioso.
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