"Qué me importa ganar diez Si sé contar hasta seis"
-Facundo Cabral, en "Pobre mi Patrón".
No es que no haya tenido nada qué escribir o qué compartirles, pequeño grupo de lectores; lo que pasa es que estoy experimentando la "Disfunción Narcotizante", de la que me hablaban en la universidad y era una de las características de un medio de comunicación según Paul Lazarsfeld.
Tengo tanta información en el cerebro, de tanto leer periódicos, que tengo la falsa sensación de bienestar que produce estar bien informado. Lo malo es que no soy un líder de opinión, y además estoy atiborrado de datos y más datos.
Así que no versé en su momento del conrtroversial caso de Paulette, ya que ahora la PGJ de Edomex, dictaminó que la niña se murió accidentalmente. Yo no soy quién para endilgar culpas, lo único que puedo sacar a relieve es que hubo muchos intereses personales; que esa cama tamaño matrimonial era una auténtica trampa para una niña que no se podía valer del todo por si. Aprendí alguna vez, que una persona de capacidades diferentes, es más vulnerable a accidentarse.
Tampoco les he hablado de las campañas políticas, sobre todo en lo que respecta a Tamaulipas, es enojoso ver cómo un señor como Juan Genaro De La Portilla Narváez sigue necio en ser alcalde, por segunda ocasión. Por Magda Peraza ni me preocupo, de todos modos, no voy a poder votar por "Pitufina".
Y qué decir del afán de celebrar los inicios de la Independencia y la Revolución. si los que lo están promoviendo son los opositores del PRI, derivado de la revolución. y como dijeron los Fabulosos Cadillacs: "No hay nada que festejar".
Por cierto, están saliendo anuncias de TV donde pregunta: Y tú ¿Qué estás haciendo por México? Lo malo es que sale un logo que creo que dice 1MX. y ya. ¡NO SEAN COYONES! Podrán tener la misma cantidad de pantalones que de dinero para inconformarse, por lo único que justificaría ese derecho de omisión es que temen a las represalias, pero de otro modo no. porque ni página web ni red social, ¿de dónde son o de qué las viven?.
Y del calor que rebasa los 40 grados celsius, ni hablar. mejor experiméntenlo.
A todo esto, hoy amanecí con una mezcla de melancolía y cansancio, sinceramente, me pongo a pensar: ¿Que tenía en la cabeza para suscribirme a una red social? ¿Vale la pena estar filosofando en el Twitter? Ojo, no me estoy arrepintiendo de nada.
Por lo pronto, y es la segunda vez desde que cree este blog que lo hago. y no, no noy a bloquear nada; simplemente, que me voy a desconectar lo virtual y lo real por un rato.
Nos vemos en junio. Si Dios Quiere. Cuídense mucho.
