En fechas recientes, a raiz de una invitación a una fiesta de quince años que por error se difundió de manera pública, en las redes sociales se empezó a crear polémica al respecto, que si era un distractor ó cortina de humo para no informarnos del alza del precio de la gasolina, hubo quien ha demostrado una antipatía gratuita hacia la festejada que ni siquiera conoce ni ha tratado. El colmo es decir que hay cosas más importantes para dar a conocer.
Vamos a hablar de un medio específico, me refiero al impreso, diarios y revistas. La mayoría de estas publicaciones, viven de la publicidad que ofrecen en diferentes tamaños, en forma de anuncio y en forma de notas, edictos y desplegados.
Si lees un periódico. Te darás cuenta que no todas las notas son noticia si nos avocamos a una de sus definiciones; a saber: Suceso o circustancia que altera el quehacer cotidiano de alguna localidad. Si ésto es así, ¿Por qué hablan de la boda o el bautizo de tal o cual persona? ¿Por qué hay texto y foto de la sesión de tal o cual club? ¿Porque es de interés general acaso? Claro que no, esas notas están pagadas, a veces mandan al reportero gráfico a realizar la cobertura del evento y si se trata de instituciones, sus encargados de promoción o difusión social se encargan de enviar redacción y fotos y en algunas ocasiones ya con la medida de la publicidad a insertar.
Así cuando vuelvan a poner en relieve prioridades noticiosas, piénselo dos veces, la importancia de un evento lo determinan dos cosas: el dinero o la circunstancia fuera de lo común. Repito: una nota se compone de entrada, complemento, cuerpo y remate, y en ese formato, cualquier cosa puede ser escrita, lo más culto o lo más superfluo. Así de sencillo y complicado a la vez. No existe eso de pseudonotas.
Feliz fin de Año.
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