Este año que está por concluír no ha sido el más "productivo", pero es menester valorar lo que he escrito desde enero del presente que fue período electoral.
ENERO
Inicio el mes cuestionando al supuesto fin del mundo; Les presumí que mi familia y yo aprendimos a usar palillos chinos para la gastronomía china; Reclamé la eliminación de mi cmentario en línea; me quejé de que al problema se le llame "área de oportunidad"; comence a involucrarme en la presunta represión hacia el internet (cartón incluído); me opuse a ultranza a la reforma al art. 24 de la Constitución, que pretendía introducir la doctrina a las escuelas públicas y gracias a Dios no lo consiguieron.
FEBRERO
Entre otras cosas les confié mi visita al doctor porque me enfermé de mis oídos, pero para concientizar en contra de la automedicación; di mi opinión particular sobre lo que significa la democracia.
MARZO
Me burle de los políticos por la veda electoral; mi filoginia me empujo a conmemorar al sector mujeril; Anhelé mis vacaciones de semana mayor; aquí ya arranqué con mis críticas a las campañas políticas.
ABRIL
Fui abrazado por una reflexión sobre la mansedumbre, ese don que nadie quiere recibir; volví a la carga conta las iniciativas contra el internet; Descubrí mi amor por los libros y rescaté tres del olvido; comenté sobre "Los Hornos de Hitler" de Olga Lengyel, aquí mis textos se volvieron más extensos; de cómo empezó mi interés por las opiniones editoriales; recordando a la niñez.
mañana el siguiente cuatrimestre
¡Y sí!
Hace 4 semanas
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