domingo, 28 de octubre de 2012

DE TODO UN POCO

TAMPICO; MÉXICO. 28 DE OCTUBRE DE 2012
Ya iniciamos el horario normal, o de invierno como se le quiere llamar. Estoy impaciente por lo que considero es la quincena más larga de este mes.  Mientras unas personas quisieran detener el tiempo para hacer o no hacer, o dejar o dejar pasar, a mí me gustaría adelantarlo como si tuviera a la mano el control remoto de mi videocassetera y aplanarle al botón. Pero la vida sigue su curso y contra eso no podemos hacer nada. Bueno, eso lo hicieron otros al avisarnos que había que atrasar los relojes.

Los fines de semana mi actitud se puede equiparar a la de un oso hibernando. Me duele un poco la cabeza pero al mismo tiempo, estoy contento porque el clima es lógicamente fresco y ya no está haciendo calor. Me puse mi suéter beige y descubro que me queda mejor que cuando lo compré.Estoy sufriendo algo que yo le llamo el "mal de vueltas": en este rato de asueto no quiero saber de autobuses ni carros de ruta. No niego que me gusta andar de andariego pero es más enriquecedor cuando no llevas compromisos en la maleta.

Enciendo la computadora y veo que me estoy saturando de información que debo procesar y de lo que no pienso abundar aquí ya que lo he hecho en Facebook y en Twitter: el asesinato del hijo de Moreira, los YoSoy132 y su panelista desertor (un tocayo de apellido Atollini), La reforma laboral, que es la papa caliente que nadie quiere capear; El homenaje en disco que Natalia Lafourcade hizo con canciones de Agustín Lara, la ensoñadora voz de Carla Morrison (sí, se apellida igual que el Rey Lagarto), Mi entusiasmo por ver "La Voz... México" para algunos censurable, mi eterno pleito con los detractores de ese aparato llamado peyorativamente "La Caja Idiota", en franco detrimento a la tecnología y total falta de respeto a todos los que trabajan para ella, quienes viven de y por ella y quienes la vean.

Sí, no hay mucho que comentar, y por este texto no es para mis "Perlas de Éter". esto es como el antibiótico vuelto texto, y vaya que estoy hongueado. Me tengo que vitaminar

sábado, 27 de octubre de 2012

LOS APUNTES DEL ANTEOJUDO EN LAS BARRAS DE OPINIÓN DE LAS REDES SOCIALES

Un amigo mío me hizo una observación hace días, que ha seguido este perfil de blog y ve que no he escrito mucho. La respuesta que le he dado es que aunque no he redactado tantos textos en estos últimos meses es porque ya me en entusiasmé emitiendo comentarios sensatos en redes sociales y barras de comentarios de Milenio.

Y así he felicitado, inconformado, reflexionando y poniéndome en contra, no de un comentario adverso, sino por la manera tan grotesca que algunos "lectores" tienen de dirigirse a algunos comentaristas. En otros casos ofenden a individuos o sectores por gustos o ideas. Un caso típico sería que digan que los programas de tal o cual televisora es pura basura, hasta ahí vamos bien, es una opinión particular, pero de ahí a comenzar a decir que las personas que ven esa programación es ignorante o idiota ya se están metiendo en honduras.

Con un comentarista se entrometen con su presunta o supuesta inclinación sexual, a otro lo atacan por su posición de izquerda. Esta clase de personas basan su proclamación de diatribas bajo el chantaje de la libertad de expresión y se les olvida que tiene dos limitantes morales y una cogniscitiva: Ataque a la moral y daños a terceros para el primero; y fundamentos y presentación de pruebas para conocimiento.

Por tanta imprecación -palabrotas, groserías, etcétera- e insultos que sólo pueden venir de personas involucionadas a entes mediocres (entre el hombre y el animal) le comenté a Álvaro Cueva en su cuenta de Twitter que los comentarios ofensivos en su columna "Ojo por Ojo" me producían asco. ¿Cómo es posible que les salga esa verborrea a borbotones como cloaca llena? ¿Cómo pueden ser tan cobardes para ocultarse en un mote para insultar y difamar? Me costaría trabajo responderlo.

Pero algo tengo muy claro, tengo derecho a expresarme; pero hay un lugar, un momento y ya de por sí un comentario fuera de tema es de mal gusto.  Con un poco más de tiempo les mostraré mis comantarios y su contexto pertinente.

Por cierto, ese amigo es el nuevo dueño del tocadiscos que me gané en un trueque por un DVD descompuesto.