jueves, 3 de septiembre de 2009

EL TERCO DEL TOCACINTAS


Quizá quien me vea con mis audífonos de orejera y con mi walkman a bordo del autobús piense que soy un anacrónico consuetudo y empedernido, porque mientras los demás están con sus reproductores portátiles, ya sea en celular o iPod con unos auriculares anatómicos, yo sigo con los desdeñados tocacintas -que empeñan en descontinuar- y/o con mi reproductor de discos compactos -en vías de extinción-, como si quisiera retar los dictámenes mercadológicos.

Sí. Algún día gozaré de los beneficios de los formatos digitales,. pero será en el momento pertinente.

Co todo, no me desharé ni de mis cintas ni de mis discos de vinilo. La mejor fidelidad de sonido que existe.

Más cálido. Más real.

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