Me voy directo con este segmento de mi blog para hablar de cosas que me tienen congestionado:
+La semana pasada, la nota que crispó a la comunidad tampiqueña: que en una escuela primaria federal, unos individuos de una supuesta asociación religiosa llamada "Semilla de Dios" entró con argucias para según dar pláticas a los niños, después, según la dirección de padres de familia del plantel, nadie supo de la autorización de estos presuntos charlatanes a sahumar y lavarles el coco a los niños quienes, después de la sesión "espiritual", reaccionaron a la defensiva ante la estupefacción de sus progenitores.
Se levantaron protestas, la directora de la escuela renuncio (?). Pero nadie, puede pasar por alto este agravio al laicismo.
+Esa dispocisión legal de ver cuatro minutos de anuncios de partidos políticos, no fue lo que nos decía TV Azteca, lo más que afectó fue a los niños - que no tienen ese derecho al voto aunque pueden aprender de él- y a los fanáticos del futbol, que vieron interrumpido su deporte favorito.
Eso es lo malo de no medir los alcances y las consecuencias. No se trata de decidir, hay que decidir bien, porque con eso de los anuncios de IFE y los partidos, lo más probable es que el sufragante acuda a las urnas por inercia; ¿por qué? la razón es sencilla: el exceso de información suprime las prioridades para optar por algo y la memoria recurre a lo más reiterativo.
+La semana pasada, la nota que crispó a la comunidad tampiqueña: que en una escuela primaria federal, unos individuos de una supuesta asociación religiosa llamada "Semilla de Dios" entró con argucias para según dar pláticas a los niños, después, según la dirección de padres de familia del plantel, nadie supo de la autorización de estos presuntos charlatanes a sahumar y lavarles el coco a los niños quienes, después de la sesión "espiritual", reaccionaron a la defensiva ante la estupefacción de sus progenitores.
Se levantaron protestas, la directora de la escuela renuncio (?). Pero nadie, puede pasar por alto este agravio al laicismo.
+Esa dispocisión legal de ver cuatro minutos de anuncios de partidos políticos, no fue lo que nos decía TV Azteca, lo más que afectó fue a los niños - que no tienen ese derecho al voto aunque pueden aprender de él- y a los fanáticos del futbol, que vieron interrumpido su deporte favorito.
Eso es lo malo de no medir los alcances y las consecuencias. No se trata de decidir, hay que decidir bien, porque con eso de los anuncios de IFE y los partidos, lo más probable es que el sufragante acuda a las urnas por inercia; ¿por qué? la razón es sencilla: el exceso de información suprime las prioridades para optar por algo y la memoria recurre a lo más reiterativo.
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