Es evidente que las nuevas experiencias enriquecen la vida.
Al salir del trabajo tuve la idea de comprar comida china por paquete, después de escoger los gu
isados y pagar, mis ojos se posaron en un botecito que decía: Palillos a $2. entonces decidí comprar 3 pares de hashis, que es como se llaman en japonés los palillos chinos.
Subí el microbús y al bajar en tierra firme pasé por un refresco. Llegué a la casa e inició la fiesta.
Los palillos chinos tenían instrucciones en su envoltura. así que ya servidos los platos empezamos mis padres y yo a comer y a experimentar una nueva forma de comer.
Muchas veces soñe con comer comida típica china como debe ser. Hoy ese sueño se cumplió.
¿Fue difícil? No. Ni siquiera pensé en eso.