Ocho de la mañana, es invierno. el riesgo es latente caminando casi a mitad de la calle.
Sin embargo, es una ocasión especial para mí. Regalos como esos no se compran ni con todo el dinero del mundo. Fenómeno climático con el que los poetas pintan las melancolía; eso no obsta para que me llene de felicidad.
Nos ha visitado una nube, saco mi cámara para retratar su grisáceo y vaporoso manto con que cubre el área donde camino.
Nos ha visitado una nube, cierto que no es como las nieblas espesas como la que me contaron en mi viaje a Xalapa, pero esta es nuestra mañana gris mexicana, mañana gris humectante.
Nos ha visitado una nube, y to les comparto mi regocijo.
Sin embargo, es una ocasión especial para mí. Regalos como esos no se compran ni con todo el dinero del mundo. Fenómeno climático con el que los poetas pintan las melancolía; eso no obsta para que me llene de felicidad.
Nos ha visitado una nube, saco mi cámara para retratar su grisáceo y vaporoso manto con que cubre el área donde camino.
Nos ha visitado una nube, cierto que no es como las nieblas espesas como la que me contaron en mi viaje a Xalapa, pero esta es nuestra mañana gris mexicana, mañana gris humectante.
Nos ha visitado una nube, y to les comparto mi regocijo.