Tengo la impresión de que quizás la gente se contagie de la influenza -porcina o humana (¿qué mas da?), es una mutación- se está contagiando del mal que no tiene vacuna: el pánico. Se les olvida que la risa es la mejor medicina en estos casos, no creo que un virus esté contento en un pulmon en constante fuelleo por las carcajadas.
En Egipto, se ordenó la ejecución de toda la población de cerdos, por la experiencia que tuvieron con la gripe aviar. En China, allá sí. están en cuarentena. Lo de nosotros es sólo una contingencia sanitaria que sólo s tolerable por la coincidencia de las fechas festivas. En Países como España, Alemania y otros mexicano quiere decir portador potencial del virus; resultado: discriminación y xenofobia.
La artillería publicitaria, ni tarda ni perezosa, aprovechó este impasse para promover -ya sea en cuña o en anuncio televisivo- las toallitas húmedas para limpiar superficies.
En estos momentos, llegó ayuda de cubrebocas y guantes proveniente de Japón, España y China. A ver si nos llega nuestra dotación -cosa que dudo mucho-.
Algunos negocios no han cerrado, tomando las debida precauciones, saben que elo mundo no deja de girar. Por lo pronto, el rubro comercial -en especial los expendios de comidas, se han visto perjudicados, sin mencionar a los que venden tortas de pierna y tacos de cochinita pibil.
La carne de cerdo no está contaminada, pero muchos para no errar, se abstienen de ingerirla (aparte de que el dinero apenas alcanza).
Lo único bueno de este embrollo es que he podido ahorrar un poquito.
PERLAS DE ÉTER:
Esta vez no es un comentario, es este dibujito que encontré en la web al que le puse un texto:
