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viernes, 9 de octubre de 2009

MI NUEVO SITIO PARA EL AUDIO

Si les gusta todo lo relacionado con los discos, cassettes y demás soporte auditivo, esta es mi nueva vitrina:

www.marlucan-audiofilo.blogspot

lunes, 13 de abril de 2009

REPUBLICADO 6

EL CASSETTE

-CON 45 AÑOS YA LO QUIEREN JUBILAR-

En esta época en la cual ya es más fácil intercambiar música a través de los códigos binarios, que ya puedes tener toda tu música favorita y más en un pequeño reproductor digital -incluso ya el MP3 y el WMA son formatos en venta, es preciso hacer un requiem casi prematuro, puesto que su retiro lo es: Me estoy refiriendo al Cassette.


Este pequeño formato, síntesis de la cinta magnetofónica dentro de una cajita -que eso significa Cassette en francés-, fue desarrollado por la compañía holandesa Philips en 1964, el cual lo lanzó con una campaña que rezaba: "Lo mejor desde que se inventó el disco", claro, tiene sus pros y sus contras como la baja fidelidad y el ligero zumbido que ahora se le añora, pero con el paso del tiempo y con la liberación de derechos de propiedad intelectual diversas compañías fueron presentando mejoras a la cinta de cassette, siendo los más sobresalientes Ampex, Sony, Dupont, creadora de la fabulosa cinta de Dióxido de Cromo y Dolby, quen creó un circuito de reducción de ruidos: Mayor fidelidad y menor distorsión.


Aunque en México llegó mucho tiempo después, en los demás países el Cassette de Cinta Estéreo, entró en franca competencia no sólo con el disco de acetato, sino también con el carrete abierto y el cartucho de ocho tracks, logrando desplazar al segundo.


De esa manera, el cassette formó parte de las vidas de todos los de mi generación, las grabadoras se comenzaron a vender y por consecuencia, cintas para grabar, cassettes como formato alternativo, consevaba el audio del disco sin los tronidos, ¿Quién no se acuerda de las veces que uno grababa una canción que estaba sonando en la radio? ¿Cuándo le prestaban un disco y ponía uno la grabadora junto a la bocina para grabarlo? Tenía un sonido embotado y poco disfrutable.


Hasta que un buen día surgieron las dobles caseteras, que permitían copiar incluso en alta velocidad, la cual era mejor, porque a mayor velocidad era mejor la respuesta de frecuencia, y comenzó el intercambio de música, claro, con el anhelo de comprar luego el disco original.


Y así continuó una especie de romance con este artículo sonoro, colecciones y kilómetros de audio, accesorios como portacassettes, limpiadores de cabezas, carcasas de repuesto, , gente que hacía sus propios compilados de audición privada para oir en su "walkman" sus canciones favoritas. Hasta la llegada del disco compacto, inventado por la misma compañía que tuvo la idea de enrollar una cinta dentro de un recipiente. Vaya paradoja.


No obstante, el cassette siguió todavía en el gusto del público, en especial. aquel que no podía pagar hace 20 años la módica cantidad de 70,000 pesos viejos (los setenta de ahora) que llegó a costar un disco compacto importado; además fue el compañero de las emisoras de radio, para reportear y presentar anuncios grabados a los clientes de espacio publicitario, las cintas fueron también el estandarte de las disqueras independientes, los métodos didácticos, las asociaciones religiosas y del subterráneo, en algunos países, según leí, fueron instrumento de concientización o subversión.

En el 97 un CD grabable llegaba a costar 80 pesos cada uno, un quemador de deck: 10 mil, pero se gestó la posibilidad de un medio grabable alterno que se hizo posible con la edición y guardado de archivos de audio en las computadoras.


Al inicio de este siglo, empezó la madurez del cassette y por ende, el inicio del fin: aunque se había desarrollado un sistema de duplicado de cassettes a partir de archivos digitales de audio, las disqueras comenzaron a prescindir de este formato poco a poco, hasta que quedaron el CD y el formato digital, el cual amenaza con ser el soporte etéreo de la música, sin vinilo con minisurcos, sin celofán cubierto de óxido ni siquiera polímero estañado.


Hay quien se está deshaciendo de sus cintas, pero también quien las compre, el cassette se está volviendo una reliquia, sobre todo los de la década de los setenta. Quien escribe estas líneas posee una colección en total de 250 cassettes, algunos CD's que no salieron en ese formato, los traspasa a cinta, se oyen bién. Créanlo, no se desprenderá de ellos.


Es más un amigo, con la ayuda de la entrada USB de su minicomponente va a copiar su audio digital en un cassette, pues él dice que la memoria es traicionera, no se puede ufanar de que no tenga respaldos porque todo está en el disco duro de su computadora, en eso la cinta lo podría ayudar, pues cuidándolos bien te duran mucho tiempo.


Pero claro, la mercadotecnia es más fuerte que la tecnología, aunque todavía hayan tercos o nostalgicos que nos aferremos a la vieja forma. No estás loco, admítelo, sigues en busca de un tocacintas portátil, te aseguraste de que tu componente tenga dos cassetteras, sigues comprando cassettes de segunda.


¿A poco no?



*Publicado originalmente en www.myspace.com/amtezlucio en dos partes: los días 26 y 27 de agosto de 2008