En un mundo tan digitalizado, donde todo se guarda o borra en la memoria a placer, se miraba tan remoto que las cámaras de revelado instantáneo volvieran a recuperar su nicho de mercado. Incluso, ya se daban casi por muertas compañías como Polaroid, la pionera en la foto instantánea que aún fabricaba sus ya famosos lentes de sol y cámaras digitales, celulares y pantallas, incluso el símbolo del portal Instagram es un homenaje a la aportación del Sr. Edwin Land. Pues bien, Polaroid lanzó una versión que combina la tecnología de las cámaras digitales, incluso con visor y entrada usb, con las ventajas de las instantáneas de antaño: un cartucho con papel revelable que ya no necesita agitarlo al aire.
Fujifilm no se podía quedar atrás y menos con su semi slogan de "Si No Está Impresa, no Es Foto" (tiene razón), y sacó un modelo que está más emparentado al de Polaroid con un visor ocular y un lente que simula un gran angular, su cartucho es de 10 exposiciones y este sí, necesitas agitar la foto para que los químicos actúen.
Kodak también no se quedó atrás y si ya relanzó su cinecámara híbrida, ¿por qué no competir con Polaroid y Fuji, presentando su cámara instantánea digital, si bien George Eastman fue quien tuvo la idea de bañar en una emulsión una cinta de celuloide para fijar la imagen y ponerla e una caja donde no puede ni deba penetrar la mínima luz.
LG Electronics también presentó Pocket Photo Snap, su plus es que su papel es a prueba de huellas dactilares.
La moda retro está trayendo de regreso muchos artículos que a las nuevas generaciones se les hacen, si no nuevos, sí asombrosos. La foto instantánea no se podía quedar atrás y tal parece que no es flor de un día. ¿Qué pensarán los fans de estas clases de cámaras? ¿Estarán contentos de tenerlas de nuevo? El tiempo lo dirá.