Desde hace una semana ha estado ocurriendo un fenómeno que es poco usual, al menos para mí, resulta que precisamente cuando dejé de redactar para mi antiguo blog, es cuando conocidos y nuevos, solicitan que los añada como amigos míos.
Quizás una de las razones es que al calce de este blog tengo ligadas mis otras páginas, o tal vez a través de los correos busquen gente conocida o tecleen por curiosidad, la verdad no sé a qué atribuirlo, lo cierto es que es la muestra de que se interesan por el individuo.
La verdad es que ya estoy recibiendo respuestas: escasas, sí, pero de mucho valor para mí. En el caso del presente, tres personas han conrtestado algunos de mis textos ( Republicado 8, La Tinta A Toda Intención y Siempre Igual) y la verdad, se los he agradecido encarecidamente.
Más contento no puedo estar.
Quizás una de las razones es que al calce de este blog tengo ligadas mis otras páginas, o tal vez a través de los correos busquen gente conocida o tecleen por curiosidad, la verdad no sé a qué atribuirlo, lo cierto es que es la muestra de que se interesan por el individuo.
La verdad es que ya estoy recibiendo respuestas: escasas, sí, pero de mucho valor para mí. En el caso del presente, tres personas han conrtestado algunos de mis textos ( Republicado 8, La Tinta A Toda Intención y Siempre Igual) y la verdad, se los he agradecido encarecidamente.
Más contento no puedo estar.
Por lo pronto, esta es mi trinchera actual donde mis artículos quedan vertidos, pero mis otros cuartos de municiones los pueden accesar desde aquí.
Hasta la Vista.
