Un día como hoy, pero de 2008 inicié esta aventura de redactar mis puntos de vista sobre lo que veo o leo, y por no laborar en algún medio tradicional es que le titulé a este espacio Desde Este Lado. Apuntes de un Anteojudo. Ya les he relatado repetidas veces cómo inicié este sitio, pero ahora les voy a presentar uno de los apuntes que rescaté de MySpace antes de que decidiera cambiar su perfil de página y borrarme mis escritos. El cual redacté así.
MI
ENCUENTRO CON EL INTERNET
Hace exactamente once
años que tuve mi encuentro con este recurso que con el paso del tiempo se ha
convertido en un medio tan importante, que hasta los mismos canales
convencionales como la radio, la prensa y la televisión se le han tenido que
cuadrar.
Sí, les estoy
hablando de la multimedia y el internet. El cual supe de él cuando estudiaba la
carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma de
Tamaulipas, en el municipio de Tampico.
Era un enero de 1997
cuando por parte de una materia llamada "Comunicación audiovisual",
el Lic. Víctor Guerra, catedrático de esa especialidad, nos decía que el futuro
de las transparencias o diapositivas era el multimedia, o sea lo que hacemos
ahora: Presentaciones de Power Point para ser vistas a través de un proyector
conectado directamente de la computadora.
De ahí el paso
siguiente fue tomar un pequeño curso introductorio a la computación y el
internet, el cual asistía a las 3 de la tarde antes de ir al taller de
Televisión, donde hacía mi servicio social.
La mayor parte de ese
periodo, por decirlo de una manera, yo casi habitaba los predios del Alma
Máter.
Por la falta de
tiempo o el las máquinas ocupadas, me ví algunas veces en la necesidad lujosa
de alquilar una computadora en uno de esos flamantes "cibercafés",
donde la renta por hora costaba treinta pesos, un sitio de internet tardaba
aproximadamente 15 minutos en descargar la página completa, la mayor parte de
los contenidos eran textos y fotos comprimidas, todavía no podíamos ver videos,
las transmisiones de radio por vía web eran un tierno experimento audaz.
A mí me quedaba ese
refrán de "En casa del herrero, azadón de palo", porque era un
retractor de los chats; ¡de veras! yo pensaba en esos momentos: ¿Cómo se les
ocurre que voy a estar envíandoles mensajes a extraños? De ninguna manera.
Claro. ya cuando me
familiaricé con el correo y con los chats empecé con la gente que conocía de la
escuela y después sin saber cómo, comencé a tratar con personas de otros
países, a quienes quizás nunca conozca en persona. Sólo dios sabe.
Ahora tengo
comunicación, además de mis amigos más cercanos, con tres chicas chilenas, una
portuguesa, un brother del DF, otros que conocí a través de una revista.
Y los que a través de
este sitio se quieran anotar, son bienvenidos.