En este día del niño me puse a rememorar algunas experiencias de cuando era chico, especialmente las más agradables.
Tenía entre cuatro y cinco años de edad. Por la crisis, no pude ir al kinder. Sin embargo, un tío me enseñó a leer, escribir y contar. Entonces después de algunas planas y tarjetas para aprender, un día estaba viendo el programa de Carl Sagan y cuando por error quedó congelada una palabra empecé asociar letras con sonidos y con cierta dificultad empecé a leer hasta que supe que decía alli; Cosmos. Fué mi primer palabra leída y no lo podía creer.
Me gustaba usar plumas de color y cuadernos usados, pero recuerdo que cuando tenía 6 años, era capaz de dibujar a la Pantera Rosa sin calcarla. Lamentablemente ese cuaderno se perdió.
Por supuesto que me gustaban los cochecitos, pero me gustaban las corbatas, los trajes y los chalecos, apenas tuve dos coordinados y un chalequito, pero mi anhelo era usar un traje con corbata. Eso sucedió años después, aunque sea para una foto oficial.
Los adultos pueden tener admiración por un niño con talento para tocar un instrumento, cantar, etcétera, pero en un niño el asombro es doble. Hace más de 32 años existía un dueto llamado "Mía y Matías", y ver al chico tocando la batería se me hizo lo más fabuloso para mí.
Son recuerdos bellos de mi infancia.
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