domingo, 4 de marzo de 2018

EGOÍSMO POSTMODERNO Y POSTVERAZ

Hace casi cien años -no lo puedo precisar- Jacinto Benavente escribía "En el meeting de la humanidad, millones de seres gritan lo mismo: Yo, yo, yo, yo, yo, yo". Tristemente, esa reflexíón sigue teniendo vigencia en este siglo y con más fuerza. Cuando el individualismo atomiza cualquier clase de realción humana. 

Vivimos en una época más hipócrita pero aceptable, donde hay quien hasta lo que no se come le empacha. Los que les importa poco la ciencia y la historia si van en desacuerdo con sus "convicciones". Son quienes inventan términos eufémicos que no le dan dignidad ni al anciano, ni al discapacitado ni al desempleado. 

Queriendo erradicar el racismo segregan más, buscan igualdad de género y se vuelven más sexistas, desdeñan la carne pero comen vegetales con la boca sucia de maldiciones, conscientes ambientales que sólo contaminan. Sobrecargados de datos que no saben usar. Más melindrosos que un infante (Sabe feo, no me gusta, no lo quiero). Ni deberían llamarse jóvenes.

Adultos que añoran los tiempos pasados por mejores y muchachos que son sabios desde su punto de vista. Antes la brecha generacional estaba conformada por jóvenes y viejos. Ahora la brecha tal es un barranco con pronunciaciones: Baby boomers, Generaciones X, millenials, X-enials y otras inutilidades que sólo le sirven a los mercadólogos y publicistas. Cuando era joven tenía cosas más importantes en qué ocuparme que no tenía tiempo de agobiarme de pertenecer a tal o cual tribu urbana. 

¿Qué podemos recomendar al respecto? Pues conducirnos con respeto hacia los demás. Criticamos a organizaciones religiosas porque en algunos países atacan sañosamente a quienes no comulgan con sus ideas, y en las redes sociales, muchos ven la paja en el ojo ajeno mas no la viga en el propio. ¿Qué más? leer más y bien. Uno se ve mal atacando o defendiendo lo que no conoce. 
Y vuelvo a preguntar: ¿es mucho pedir?